Empecé estudiando Psicología, ¿por qué?, quizás por intentar entenderme a mí misma. Después de varios voluntariados,mi carrera profesional se asentó y fue aconteciendo en un centro de menores, primero como educadora, pasando por la coordinación durante un tiempo y, finalmente, mi más anhelado deseo, Psicóloga del Equipo Técnico.
Llevó mas de diez años dedicada a dicha actividad, y hace un año, pasado el tiempo, me di cuenta que las intervenciones estaban faltas de algo, ¿qué podría ser?.
Fue en ese momento cuando entré en contacto con el Coaching. Si no os gusta el termino, llamadlo entrenamiento, o… una forma diferente de tratar con las personas cuando buscan tu ayuda. Entendí que desde mi posición podía ayudar aún más a los jóvenes, era ese algo que me faltaba.
Ahora me planteo un proyecto ambicioso: pasar de evaluar, investigar, orientar y buscar una solución a los problemas de los jóvenes,a ofrecer a los jóvenes interrogantes que les ayuden a conocerse mejor, a encontrase a sí mismos, a encontrar su verdadero sueño, a hallar las herramientas que los impulsarán y que se encuentran en su interior, a …. DECIDIR.
El Coaching, plantea preguntas, preguntas que muchas veces no nos hacemos porque no somos capaces de escuchar nuestro interior, porque nos da miedo o porque…, tantas razones!. De pronto, un día, un desconocido te hace la pregunta correcta, la pregunta que te hace plantearte que tu vida no es la que habías soñado y sobre todo, que tienes todas las herramientas en tus manos para evolucionar. Además, tomas conciencia de que la decisión es tuya, puedes continuar en tu espacio protegido, o salir en busca de tus sueños, sin juicios, sin valoraciones.
Y, cuando ya estás delante de tu camino, con todas las herramientas que necesitas, con todo el conocimiento de ti mismo, y con muchos miedos, ese desconocido desaparece y tienes el valor necesario para lanzarte y hacer realidad tu sueño.
¿Cómo no apasionarse por este proyecto y sacarlo adelante?